Como parte del equipo que promueve este proyecto, he tenido la oportunidad de conocerlo a fondo y ver cómo transforma la vida de quienes lo eligen como hogar. No vivo en Panamá, pero cada vez que experimento las experiencias Tucán Country Club siento que me desconecto del mundo y me sumerjo en un estilo de vida único. He tenido el privilegio de visitarlo varias veces y, aunque no soy residente, me siento parte de esta hermosa comunidad. Tucán es más que un residencial, es un lugar donde la naturaleza, la tranquilidad y la exclusividad se combinan a la perfección.
Desde el momento en que cruzas la garita de entrada, todo cambia. El bullicio de la ciudad desaparece, y lo primero que te recibe es el sonido de los pájaros, la brisa suave y una vista impresionante el campo de golf. Mientras avanzo en el carrito de golf por las instalaciones, veo a familias reunidas en el parque, parejas caminando por los senderos y residentes saludando a los trabajadores con la cercanía de quien los conoce desde siempre. Aquí, la vida fluye con un ritmo distinto, uno donde el estrés no tiene cabida.
Recorrer Tucán Country Club es adentrarse en un espacio con conciencia ecológica, donde la naturaleza y el desarrollo conviven en equilibrio. Su biodiversidad se mantiene intacta gracias a un compromiso real con la conservación, permitiendo que especies como águilas negras, gavilanes caracara, tucanes pico iris, teros sureños, garcetas blancas, oropéndolas y martines pescadores sigan sobrevolando el paisaje.
Entre los árboles, es común ver a perezosos pigmeos, monos cariblancos y capuchinos, mientras que en el suelo conviven venados, cuatíes y ñeques. Los lagos son refugio para iguanas y tortugas, preservando el equilibrio natural del ecosistema. Este respeto por el entorno se refleja incluso en la sala de ventas, donde un pez de las amazonas nada en su acuario, simbolizando la filosofía del proyecto: una integración armónica entre el hábitat natural y el desarrollo sostenible.
LAS MAÑANAS EN TUCÁN COUNTRY CLUB: UN DESPERTAR INOLVIDABLE
Cada vez que me quedo en Mahogany Suites, un pequeño apartahotel dentro del residencial, me despierto con la melodía natural de los pájaros y la vista inigualable del Canal de Panamá y el campo de golf. Es un privilegio poder ver los barcos atravesar el canal mientras el sol ilumina la ciudad.
El amanecer es, sin duda, mi momento favorito del día. Me encanta tomar el carrito de golf y dirigirme a la entrada número 2, donde están las áreas sociales: el Club House, club de Golf, el restaurante Horoko, el Hoyo 19, el spa y la sala de ventas del proyecto. En el camino, hay un punto alto donde la vista te atrapa por completo. Desde allí puedes ver el canal, la ciudad y el verde infinito del campo de golf. Es un paisaje tan impresionante que siempre me detengo a tomar una foto, porque sé que cada amanecer en Tucán es único.
UN RESIDENCIAL CON IDENTIDAD Y COMUNIDAD
Tucán Country Club no es solo un conjunto de casas y apartamentos, es una comunidad en la que sus residentes se conocen y comparten un mismo estilo de vida. Personas de diferentes partes del mundo han encontrado aquí su hogar. Hay una notable presencia de estadounidenses, pero la diversidad cultural es evidente, creando un ambiente enriquecedor y acogedor.
Uno de los aspectos que más admiro de Tucán es el respeto por el golf. Aquí, cuando un jugador está realizando una jugada, los residentes bajan la voz, hacen una pausa y esperan con paciencia. Es un respeto genuino por el deporte y por quienes lo practican. Además, no todos saben que el campo de golf de Tucán es uno de los mejores de Panamá, gracias a su sistema de drenaje y mantenimiento impecable. Para aquellos que quieren iniciarse en este deporte, el área de práctica de tiro y los instructores privados son una gran oportunidad.
Al finalizar el día, los golfistas y residentes disfrutan de la mejor gastronomía en el Hoyo 19, un punto de encuentro donde la música, la comida y la buena compañía crean el cierre perfecto para una jornada en Tucán. Para quienes buscan vivir experiencias Tucan Country Club más refinada, el residencial cuenta con el único restaurante de comida internacional de la zona llamado Horoko, además de un spa completo para quienes desean relajarse y consentirse.
UN REFUGIO NATURAL CERCA DE TODO
Tucán Country Club tiene una ubicación privilegiada. A pesar de estar rodeado de naturaleza y brindar una sensación de escape total, todo está cerca. En menos de 20 minutos puedes llegar al Casco Viejo, la Cinta Costera, el Cosway y la Avenida Balboa, y en dirección contraria, hacia Panamá Oeste, tienes supermercados, bancos, colegios y centros comerciales a solo 8 minutos. También está muy cerca la playa de Veracruz, un sitio ideal para caminar, meditar y disfrutar de una exquisita comida caribeña.
Conversando con los residentes y visitantes, todos coinciden en algo: en Tucán encontraron seguridad, tranquilidad y calidad de vida. Es uno de los residenciales más seguros de Panamá, con un sistema de vigilancia 24/7 y la presencia de la base aérea de la República de Panamá y la seguridad del canal en sus alrededores.
Las experiencias Tucán Country Club es algo que debes vivir. Si alguna vez has soñado con despertar rodeado de naturaleza, disfrutar de la tranquilidad y sentirte parte de una comunidad vibrante, entonces es momento de descubrir Tucán. Ven y vívelo por ti mismo.
Si estás interesado y necesitas más información. Comunícate con nosotros aquí.
